Los sillones y los sofás son un imprescindible en cualquier hogar. ¿A quién no le gusta llegar del trabajo y desconectar en un cómodo sofá viendo su programa favorito o disfrutando del nuevo capítulo de la serie del momento?
No obstante, algo que no tienen en común todos las casas es el espacio, dado que cada vez más se tiende a vivir en espacios reducidos, en los que la gran premisa es aprovechar al máximo cada centímetro para poder colocar ordenadamente y con estilo todo lo que necesitamos para vivir.
Una de las formas de aprovechar el espacio de nuestro salón es no dejar un espacio muerto detrás del sofá, siempre y cuando tengamos sitio suficiente para sacarle algún tipo de partido sin cortar el paso o cargar demasiado el ambiente.
En este sentido podemos encontrarnos con dos opciones:
Que nuestro sofá esté pegando a la pared, y que por lo tanto sólo tengamos espacio en la parte superior de dicha pared.
Que la parte del sofá quede a la vista y dispongamos de todo ese espacio para aprovecharlo con alguna de las ideas que os proponemos a continuación.
¿Qué puedo colocar detrás del sofá?
Si nuestro caso es que el sofá está pegando a una pared, aunque estemos más limitados existen un montón de posibilidades para aprovechar el hueco que queda libre. Podemos colocar un gran cuadro horizontal que ocupe la mayor parte de la pared o apostar por una composición de ellos. Otra alternativa es decantarnos por uno o varios espejos o utilizar la pared para colgar nuestras fotos favoritas.
Otra opción para aquellos hogares cuyo sofá esté limitado por una pared es colocar sobre éste, siempre a una distancia prudencial, estanterías, e incluso un mueble auxiliar.
Si por el contrario tenemos todo el espacio de detrás del sofá totalmente libre para jugar a ser interioristas profesionales, tenemos un montón de posibilidades dependiendo del espacio del que dispongamos. Una de ellas es colocar una estantería que no supere la altura del sofá. De esta forma aprovechamos el espacio colocando nuestros libros o películas e incluso objetos como marcos, velas o figuras decorativas.
Un mueble aparador es una de las soluciones más comunes, y una de las que más estilos y diseños nos ofrece. Con este tipo de muebles podemos acordar este rincón al estilo del salón o darle un toque diferente con un elemento más vanguardista o vintage. Existen multitud de opciones y todas ellas muy interesantes. Podemos decantarnos por aparadores cerrados o por modelos que dejen a la vista su contenido, todo dependerá de nuestro estilo y de lo ordenados que tendamos a ser.
Si disponemos de un espacio considerable, una alternativa muy práctica y con muchas opciones es colocar una mesa escritorio. Esta opción es muy acertada si trabajamos en casa o nos solemos llevar trabajo pendiente, ya que nos permite sacarle un gran partido al espacio antes en desuso a la vez que podemos tener un espacio dedicado a nuestro trabajo sin perder las ventajas de compartir espacio con nuestra pareja mientras se dedica a otras labores.
Si en cambio el espacio que tenemos es muy reducido podemos colocar una pequeña balda con dos patas, una mesita auxiliar o una consola de madera o metal como la que podemos encontrar en las entradas de los hogares. En este estante podemos colocar flores, fotos e incluso cuadros.